Biografía

La artista visual Juliana Bernal Jaramillo nacida en Bogotá – Colombia , inició sus estudios de Diseño Industrial en la Universidad de Los Andes, y los culminó en el Istituto Europeo di Design, en Madrid. Bernal desde temprana edad sintió la necesidad de expresarse creativamente a través de la tridimensionalidad, para lo cual experimentó con diversos materiales como cartón, metal y acrílico.

Su madre, la tejedora textil Liliana Jaramillo, ha sido una de las principales influencias y fuentes de inspiración en este camino. Desde sus años de infancia, Juliana pasaba horas en el taller materno jugando y viendo cómo a través de repeticiones y secuencias, un hilo se convertía en metros y metros de telas y tapices, elaborados en telares manuales con fibras naturales.

Estas primeras experiencias conectan en su obra posterior con la influencia de otra de las grandes artistas colombianas, Olga de Amaral, quien durante décadas ha elaborado estructuras fascinantes a través del juego con textiles; o de Edgar Negret, a cuyas esculturas siempre estuvo ligada de una manera personal.

En ese mapa de influencias, algunos espectadores también podrían encontrar similitudes con las piezas tridimensionales del fallecido artista venezolano Jesús Rafael Soto, puesto que las más recientes series de Bernal, como la obra de Soto, plantean un juego de perspectivas que introducen al público en una sensación cinética.

Juliana se introdujo en la aventura del arte con papel como consecuencia de su proceso temprano en el taller de su madre, pero también como resultado de su propia experiencia con su hijo, con quien practicaba diferentes técnicas con este material con el propósito de ayudarlo a encontrar concentración, pues su alto coeficiente intelectual lo hacía sumamente inquieto. Poco a poco, lo que empezó como una terapia familiar se convirtió en el vehículo de expresión artística de Bernal. Juliana se sumergió en las posibilidades geométricas del papel y encontró allí su propio lenguaje.

Mi hijo nació en un mundo cuadriculado. Yo creía en unas rutinas inquebrantables, en horarios fijos, en días y actividades estructuradas. Con el tiempo, y gracias al trabajo que realizábamos, nos obligamos a salir de los esquemas, y me fui dando cuenta que estas rutinas podían cambiar sin que el mundo colapsara. Descubrí que los seres humanos nos acostumbramos a las variaciones y nos adaptamos a los cambios, simplemente porque necesitamos seguir adelante”, asegura la artista.

De ahí que las primeras esculturas geométricas que marcan la obra de Juliana se componen de figuras geométricas anguladas, picos y vértices que se repiten modularmente, en un juego constante que evoca lo rutinario, lo repetitivo y lo cotidiano, pero que logran sacar al espectador de las secuencias predecibles.

Mis obras están claramente marcadas por lenguajes que en principio parecen diferentes, pero que están diciendo lo mismo y se hablan entre ellos. El manejo del papel y las diferentes técnicas que utilizo narran quién soy: en principio una mujer estructurada y acostumbrada a las rutinas diarias, pero que ha logrado movimiento, fluidez y evolución”.

En la serie Rombos se puede ver cómo los vértices y los tejidos generan líneas segmentadas y continuas entre sí, en una variedad infinita de composiciones en las que sobresale la rectitud y la perfección. Esta serie está muy ligada a las primeras épocas de la artista, donde sus rutinas eran estrictas y su vida necesitaba de un orden exacto.

En la siguiente serie, Franjas, el contenido se suaviza como una consecuencia natural de un momento en el que la artista encuentra elementos en su vida que le permitieron mayor flexibilidad. Los ángulos y picos que existían en sus piezas desaparecen. Aquí se ve que la tensión generada por el bordado en el papel es simplemente un hilo tensor que ayuda a que las ondas recreen una sensación de movimiento en la obra.

Seguido de Franjas nos sorprende con Ventanas cinéticas, en donde busca que su trabajo, que siempre fue tan personal, interactúe ahora con el espectador. La serie nació de la observación desde su estudio hacia las ventanas en los edificios del frente. A través de cada luz encendida se podía imaginar una vida o una rutina distinta. Ese ejercicio le hace introducir en la obra el elemento cinético. A partir de juegos de luces, el espectador es invitado a introducirse y generar su propia percepción de esos mundos imaginarios.

En Happy boxes, la artista se permite salirse del molde, como resultado de un estado de madurez en su proceso artístico y en su vida personal. Bernal se atreve a explorar materiales alternativos al papel, y experimenta libremente con acrílicos de colores fuertes y vibrantes, que, al contraponerse, generan nuevos tonos y niveles de brillo. Con la introducción de la luz, su trabajo se transforma y genera nuevas emociones que producen mayor intensidad en el espectador.

Y por último en la serie “Nidos” es donde simboliza el viaje emocional a través de la conciencia y la comprensión de la maternidad, la creación de la vida, no solo con sentido biológico, sino también con la maternidad como un proceso cultural, de crianza, socialización y de ese vínculo inseparable entre madres e hijos. Es su interés como madre y artista demostrar la relevancia de la figura materna al comienzo de la vida humana. La maternidad como esencia primordial basada en el crecimiento interno del individuo y la humanidad.

Los Nidos son concebidos por la artista como estructuras cromáticas visuales que representan nociones de seguridad, refugio, satisfacción, comodidad y vínculo.

En respuesta a esto es su propuesta hacia otra forma de representar el ideal de la maternidad y esa unión emocional entre madre e hijo, padre e hijo, abuelos y nietos. En resumen, es ese vínculo irrompible entre las relaciones emocionales de los seres humanos.

El arte de Juliana Bernal procura una búsqueda del conocimiento a partir de los fundamentos de la geometría, el doblez y el color. Asimismo, su trabajo demuestra que la belleza puede recrearse y comprenderse a partir del minimalismo de las líneas y los planos. Su meta principal es entender y demostrar que las propiedades del papel, sus colores y su transformación, desbordan el conocimiento que tenemos de ellos, y que es posible comunicar nuestras vivencias personales y transformarlas expresivamente, dejándolas implícitas en cada obra.

La propuesta artística de Juliana Bernal ha recorrido importantes escenarios de los circuitos nacionales e internacionales, y ha obtenido valiosos reconocimientos. Ha expuesto individual y colectivamente en galerías, ferias y subastas en Bogotá, Miami, Nueva York, Londres y Tokio, y ha sido merecedora de distinciones como el Artrooms Awards, en Londres (2019), y la mención “New this week collection”, de la prestigiosa galería Saatchi (2019).